lunes, 31 de julio de 2017

2 de Agosto de 2017. TRANSPORTE LOCAL

Hoy toca día durillo, pero teníamos ganas de sumergirnos de lleno en la vida local, así que vamos a ello!!
A las 4.30 nos recoge puntual nuestro taxista. Reconocemos rápidamente la llegada del coche, cuatro calles antes de que aparezca, gracias a su clon, clon, clon….  Tiene una singularidad que lo destaca entre todos!!      
De camino a las chapas nos para en un autobús que sale hacia Maputo con la esperanza de que tenga algún sitio. Es el hombre, con su porte elegante, el que baja todas las veces a preguntar por nosotras, es muy amable. Esta vez nos sorprende con la buena noticia de que tienen sitio y aunque va a Maputo, nos pueden dejar en el cruce de Inhassoro y ahí coger una chapa. Genial!!
Aun es de noche y montones de personas rodean el autobús cargadísimas de macutos. Para evitar exceso de peso y para asegurar un ingreso extra de los que lo llevan en exceso, pesan todos los macutos, lo cual demora muchísimo la partida. Nosotras, además, tenemos que esperar pacientemente hasta el final para rellenar los huecos que queden. Nuestro querido taxista, que no nos quiere dejar tiradas, aguarda pacientemente hasta que nos aseguran que tenemos sitios, esto lleva más de una hora. Esto da idea de la amabilidad de la gente y de la poca importancia que tiene el tiempo para ellos… a ver qué taxista en España te hace esto!!

Nos subimos a un autobús abarrotado de gente con bolsas llenas de comida para aguantar el largo viaje de 17-18 horas hasta Maputo. Nos sentamos en el último asiento, en medio de una pareja que leen continuamente la biblia y de una chica muy simpática, pero que digamos que ocupa un poco más del asiento que le corresponde….



El bus para poco para evitar llegar más tarde, la primera parada es para ir a la “Casa de baño” unas dos horas después de haber salido. Bajamos todos sin excepción y “la casa de baño” no es otra cosa que la pura foresta… uno se puede imaginar donde encontrar sitio íntimo para mear con 68 personas más??? Imposible, así que, estresadas por los continuos pitidos del chofer para que volvamos ya, no nos queda otra que cerrar los ojos y que vean lo que quieran! Es supervivencia básica, a saber cuándo vuelve a parar!!
El viaje pronto se hace insoportable debido a la horrorosa carretera que atravesamos. Los tramos donde puede ir a más de 50 son con un firme rugoso que nos mantiene en un estado de continuo traqueteo y en el resto tienen que parar continuamente porque los agujeros del firme son casi del tamaño del autobús! Qué horror de carretera y esta es la vía principal que atraviesa todo el país!! Así como van a prosperar!! Las infraestructuras son básicas para el desarrollo de un país y estos no tienen ni tren, ni buenas carreteras y el avión no creo que se use mucho para transporte de mercancías.

Como se puede hacer poca cosa, nos dedicamos a observar al personal… Es curioso el aguante que tiene esta gente y lo acostumbrados que están al calor más que al frío. Por la mañana van todos con anoraks de plumas y chaquetones gordos… estamos a no menos de 15ºC!! Y según va subiendo el calor y se nos empieza a nosotras a hacer insoportable, ellos empiezan a quitarse los abrigos! XD!! Pedimos abrir algo las ventanas porque obviamente no hay aire acondicionado, pero cuanto nos descuidamos, nos las cierran! Brrr! Entre el traqueteo y el calor esto se va haciendo durillo!!
La siguiente y única parada antes de llegar a destino es cuando cambiamos de provincia y entramos en la de Inhambane. Hay una especie de frontera, con barrera y todo, en la que nos hacen bajar a todos del autobús para pasar. Parece que cambiemos de país. La gente está muy cabreada por esto, porque dicen que solo lo hacen cuando bajas del norte al sur, pero no al revés y que parece que estemos entrando en un país diferente siendo que es Mozambique. La última disputa política en la que se instauró una fase de lucha en forma de guerrillas tuvo que ver precisamente con esta disputa norte/sur, ya que RENAMO, el partido en la oposición, pedía la separación del país en dos, quedándose ellos con el poder de la zona norte, que es la más rica.   
Mi compañera de viaje me informa de que a Maputo cuesta llegar unas 17-18 horas y que a Inhanssoro no menos de 13!! Brrrr Nos hacemos a la idea y tratamos de dormitar, ya que es lo único que se puede hacer con semejante agitación!
En un momento dado, cuando habíamos conseguido por fin caer en un sueño un tanto agitado, nos pegan un grito, chicas, que llegamos a Inhassoro!!! Y nosotras con todo desperdigado! No quieren perder ni un minuto, así que nos apresuramos a recogerlo todo y salir pitando del súper bus! Las maletas ya nos las han dejado en la calle. Nos quedamos despistadas y con caras de tontas porque no sabemos muy bien qué ha pasado y a dónde debemos dirigirnos ahora… En lugar de 13 horas, han sido 8!! Y eso nos pone ya muy contentas!! Es la una y tenemos toda la tarde para llegar a Inhassoro. Preguntamos y en el mismo cruce hay ya una chapa a mitad llenar. Las chapas son o bien furgonetas de 8-10 plazas o pick ups donde la gente va detrás sentada e el borde del remolque. La que nos espera es una de estas. El trayecto a la ciudad nos llevará unos 20min y cuesta 20Mz cada una (30 cent de euro). La diferencia de precios es abismal, eso sí, las chapas no salen hasta que no se llenan y cuando digo “se llenan” me refiero a bien bien llenas…




Es divertido el trayecto en la pick up cargados de bártulos hasta los topes y compartiendo espacio con gente de todo tipo: niños que nos miran de reojo observando nuestras extrañas vestimentas, una pareja de edad avanzada muy elegantes que se ríen de nuestra inexperiencia en estos menesteres, una señora mayor y delgadísima que sube a la chapa con una garrafa de 25 litros de agua que lleva en la cabeza… en fin, vida africana es estado puro!! El trayecto me deja con los pelos de punta y casi sin camiseta… hay que ir a 80 por hora el la brisa abofeteándote la cara!


Al acercarnos a la población vemos carteles anunciando el Estrella de Mar, que es donde nos alojamos, en un momento nos para la chapa al lado de unas instalaciones que se llaman así: estrella do mar, así que pensamos que es el hotel y nos bajamos. Pensamos, qué listos estos chicos que nos han oído conversar y saben hasta donde vamos… Cuando entramos en las instalaciones y leemos “secretariat” en lugar de Recepción, empezamos a sospechar que no estamos en el sitio correcto.. pronto asoma un hombre que nos dice que ésta es la escuela, que pertenece también a la misma gente, ya que se trata de un proyecto solidario, pero que el lodge está en el pueblo, unos 3 km más abajo… Así que nada, mochilas en ristre a buscar el Lodge después del largo y cansado viaje tras el madrugón. El acceso está muy bien señalizado, así que lo encontramos sin problemas y al entrar nos parece, ni más ni menos, que el paraíso!!! Es un Lodge precioso, bien construido, con un jardín exuberante, lleno de palmeras, piscina privada, playa espectacular y unos bungalows como no hemos visto nunca en África…. La “señora”, que tiene pinta de portuguesa, o se ha traído constructores europeos o lleva a éstos a voz de mando, porque las construcciones son exquisitas y está todo hecho con mucho gusto. No es por desprestigiar a los constructores africanos, pero digamos que … no tienen las mismas prioridades…    
Nos homenajeamos con una buena comilona mirando al mar y por la tarde nos damos un paseo por la ciudad para inhalar el ambiente sureño…
Se nota que son de otra etnia, más guapos que los de Ilha, y agradables en general, como en todo Mozambique. El pueblo es tranquilo, construido a lo largo de la costa, con casas de construcción moderna, de bloque y Uralita, bien cuidadas y un mercado tradicional que ocupa toda la calle central, donde venden de todo, desde zapatos, a pescado seco que dota al ambiente de un regusto muy particular…

Como la comida ha sido copiosa y venimos cargadas de mandarinas del camino del machibombo (cuando compras lo de las unidades lo tienen poco asumido, o te llevas el kg o no les cuadra!), cenamos unas de estas dulces frutas y a descansar del duro día.

domingo, 30 de julio de 2017

3 de Agosto de 2017. INHASSORO

Hoy hemos decidido dejar el día de relax absoluto… nos lo hemos ganado y el lugar lo merece. 




El desayuno es un poco confuso porque en booking no pone que esté incluido y los camareros cada uno nos dice una cosa… La guía explica que los camareros son estudiantes del proyecto solidario de la escuela que se encuentran haciendo prácticas, y esto se nota…  Al fin viene el que hace de jefe y nos explica que el desayuno sencillo con tostadas con mantequilla sí que está incluido, así que es ese el que elegimos.
La mañana la pasamos paseando por la larga playa, nadando en el mar y en la piscina del hotel. La playa es bonita, pero hay bastantes algas y el mar no está cristalino, pero sí muy muy calmado y con buena temperatura del agua. Disfrutamos de buenos baños y de una agradable mañana de relax…. Bueno, eso del relax… con dos mujeres hiperactivas es complicado de entender….  Andar, nadar, nadar, andar.. esa es nuestra visión del relax vacacional, pero así es como nosotras disfrutamos, qué se le va a hacer!





Mañana queremos hacer visita a Bazaruto, que está justo enfrente de Inhassoro y le preguntamos a la “señora”. Lo de la señora va con coña porque así es como le llaman todos los camareros, los cuales literalmente CORREN para atender sus múltiples deseos! Es muy graciosos verlos actuar con ella y cómo ellas les manda…
Viene Joaquinho a explicarnos lo del tour a las islas. Lo que la señora había sicho 7000 Mz, él nos pide de entrada 12.000…. mal empezamos. Bueno, el chico es muy simpático y se nos va ganando. Al final del regateo quedamos en los 7000 y nos pagamos nosotras la entrada al PN que son 500 Mz/pax. Vendrá a recogernos a las 8 con la lancha rápida e iremos las dos solas con él y un marinero. Nos llevará a Santa Carolina que es la isla donde se hace mejor snorkel y visitaremos la isla con él. A las tres regresaremos al hotel, ya que queremos llegar mañana a Vilánculos y lo vamos a hacer con chapa, lo que significa que no se sabe a qué hora podemos llegar…
La “señora” es muy amable y nos deja ocupar la habitación hasta la vuelta para que nos duchemos antes de salir.
Al rato Joaquinho nos viene con una bolsa llena de cosas porque resulta que también vende souvenirs y acaba mostrándonos unos cuadros que es él el que los pinta… vamos, chico para todo!! Aun picamos con unas gorriñas muy chulas.
Comemos y nos vamos al pueblo a comprar algo de pan, ya que el almuerzo de mañana no lo tenemos incluido y nos haremos estupendos bocatas con el maravilloso jamón serrano que nos hemos traído.
A la vuelta a Gemma le espera Sonia, una negraza de 90kg dispuesta a darle un “masajito”….  Hemos visto en el hotel que se dan masajes y Gemma necesita uno, especialmente después del traqueteo de ayer, así que prueba fortuna…. La tiene 45 minutos metiéndole un meneo de los buenos, a ratos Gemma piensa que le ha roto algún ligamento o le ha hecho algún hematoma, eso sí, después de descansar media hora del masaje, se queda nueva!!

Tarde de organización de viaje y de maleta y pronto a descansar que mañana toca excursión!!    

sábado, 29 de julio de 2017

viernes, 28 de julio de 2017

4 de Agosto de 2017. STA CAROLINA

Madrugamos para estar preparadas a las 8 que vienen a buscarnos para ir a Santa Carolina…. Al puro estilo africano, no aparece la barca hasta las nueve….  Pero bueno, estamos en África y decidimos tomárnoslo con calma y disfrutar del viaje y de los personajes que nos acompañan: Joaquinho y Carlito. Carlito es el conductor de la barca y un chaval encantador que nos hace muy ameno el viaje.
Vamos con una lancha rápida y en una media hora se llega a la isla de Santa Carolina, pero en el camino nos damos el sorpresón de ver unos delfines y perdemos algo de tiempo buscándolos y siguiéndolos…. Fotografiarlos es prácticamente imposible…


 La isla, la más pequeña de las cinco que forman el archipiélago de Bazaruto con no más de 5 km de larga, fue usada antiguamente como penal. En la actualidad la afea una horrible construcción de hormigón que fue hecha en los años 50 por un Portugués que se enamoró de Mozambique y llevó a cabo 5 grandes moles de hoteles en los lugares más emblemáticos del país, entre ellos el de la isla de Santa Carolina, un enorme mazacote de hormigón de dos pisos que destroza por completo la visión de la isla, ya que casi la invade por completo. Además, tras la muerte de este hombre, al no tener herederos, el hotel cayó en desuso y poco a poco ha sido destruido por el mar y por los saqueadores que ha sacado provecho de todo que se podía aprovechar. Una pena el aspecto con el que se ha quedado la isla con todo esto..


 Hasta iglesia hizo el tipo!


A pesar de todo ello es un lugar absolutamente paradisíaco, con unas playas de arena blanca y aguas cristalinas azul turquesa.




 Peces aguja.


Después de pasear por la isla y recorrerla de un extremo al otro, donde nos espera el barco, nos vamos a hacer snorkeling. La verdad que el día acompaña, el mar es una balsa de aceite y brilla un sol esplendoroso. Disfrutamos de un agradable snorkel en unas aguas cristalinas que favorecen la visibilidad a varios metros de distancia.  Los corales no son muy variados, pero hay miles de peces de diferentes especies y nos sumergimos en su mundo con la misma sensación de estar viendo una película… es difícil cansarse de hacer snorkel, la sensación de paz y relajación que se consigue, es única!
Gemma tiene una interesante experiencia con estos peces rayaditos… nunca habíamos visto peces tan poco miedosos y no solo es que no se van, sino que se te acercan en bandadas a husmear! Por Gemma parece que sienten especial atracción y no solo se le acercan, sino que se atreven a darle un mordisquito a ver cómo sabe!! Mmmmm!




De ahí nos llevan a la playa de la isla de nuevo. Allí cerca hay una gran roca que es un lugar perfecto también para hacer snorkeling. En el camino vemos una tortuga bonita, pero no muy grande que Carlito se empeña en coger para enseñárnosla bien y de paso llevarla mar adentro, pues está demasiado en la orilla.



En la roca arañada por el mar se han generado multitud de túneles y recovecos que los peces utilizan para descansar, esconderse y comer de los corales que se adhieren. En este snorkel vemos un espectáculo que nos deja completamente asombradas: un banco de peces enorme, de la misma especie, de los que es difícil calcular el número, pero que nos deja con la boca abierta. Están todos mirando en la misma dirección, separados la misma distancia unos de otros y prácticamente quietos…. Alucinamos con el espectáculo!!

Después del excitante snorkel, descansamos un rato en la playa, cogemos algo de calor, comemos un bocadillo de Jamón que nos hemos traído y nos vamos de vuelta a Inhanssoro porque esta tarde tenemos que coger la chapa camino a Vilanculos.
No nos imaginábamos el espectáculo que nos esperaba a la vuelta…. Una cuadrilla de delfines con ganas de jugar y divertirse con nosotros…. Qué maravilla!!! Pasamos una media hora siguiéndolos o siguiéndonos ellos a nosotros!! Iban unos 6 o 7 ejemplares de diferentes tamaños, uno de ellos claramente una cría. El mar estaba cristalino y era fácil seguirlos, no solo cuando asomaban a la superficie, también cuando nadaban al lado nuestro, cuando pasaban por debajo del barco, cuando nos seguían…  Brutal!! Yo fui incapaz de coger buenas fotos, pero Gemma iba con la cámara acuática e hizo unos vídeos de los delfines alrededor del barco de impresión! Os emplazo a verlos en próximas entradas!!




En el Lodge, Asisa, la señora, nos dejó utilizar la habitación para ducharnos y Joaquinho se encargó de pedirle a la chapa que viniera a recogernos al hotel, así que con todo hecho nos fuimos camino de Vilanculos.
El camino en chapa de Inhassoro a Vilanculos puede tardar desde 1 hora a 3, dependiendo de lo que pare la chapa y de lo rápido que vaya. Nuestro viaje estuvo bien porque llegamos en una hora y media y fue súper entretenido. Nos dejaron el privilegio de ir delante, eso sí, en un asiento las dos, Gemma iba encima del freno de mano con una almohadita. En la parte de atrás de una furgoneta tipo Wolkswagen llegamos a contar como máximo 22 personas… impresionante. Cuando te crees que ya está llena, vuelve a parar y suben dos  o tres personas más…
El precio de Inhassoro a Vilanculos son 250Mz.
Nuestras maletas iban detrás y nosotras temblábamos con la carga que nos podían colocar encima después de la desagradable experiencia de Uganda con los sacos de pescado seco, pero no, esta vez, por suerte, nos libramos del pescado; solo nos metieron una cabrita viva, 8 gallinas en dos cajas y un gran fajo de leña…. Nos partimos el culo!
ME ENCANTA AFRICAAAAAA!!!!  


Sorprendentemente, las mochilas llegaron en buen estado. En Vilánculos les pedimos que nos dejaran en un sitio para coger otra chapa que nos acercara al Lodge Doña Soraya, donde nos alojamos. Allí había una chapa tipo pick up ya llena hasta los topes donde nos dicen que nos vayamos con la siguiente que está esperando unos metros más arriba. Vamos a hablar con ellos y nos aconsejan que nos metamos en la que ya va tan llena porque ellos tardarán en salir, así que volvemos a la carga…  El remolque de la pick up está a tope, con unas 20 personas que van de pié, pegadas las unas a las otras, así que ahí no cabemos. Al final nos hacen hueco en la cabina y esta vez nos metemos en un asiento, no solo Gemma y yo, también nuestras dos mochilas grandes, las dos pequeñas de mano y la bolsa llena de mandarinas que nos persigue desde el machibombo de Beira…  brutal. Pensábamos que iba a ser un trayecto corto porque en la guía pone 3 km del centro, pero la furgoneta es tan vieja y va tan cargada que no supera lo 10 km por hora, así que se hace “pelín” largo. Nos cuesta 50 Mz.



Lo más divertido nos espera al llegar al Lodge, nos reciben 5 perros ladrando y el chófer de la chapa nos dice que son muy peligrosos y que hasta que no salgan los dueños, no salgamos del coche. Los perros ladran sin parar, pero ahí no sale nadie, le pedimos al conductor que toque la bocina, pero no le va….  Al fin se anima a acercarse un poco más a la puerta y los dueños se enteran que hemos llegado… el espectáculo que se encuentran al asomarse a la puerta del Lodge los deja con la boca abierta: una chapa llena de gente con cara de mosqueo por el tiempo que están perdiendo con las dichosas mzungu, un montón de maletas en el asiento delantero de las que por fin se atreven a asomar dos mujeres blancas de mediana edad a las que les cuesta salir de la furgoneta entre mochilas y mandarinas desperdigadas… Peter, el dueño, no paraba de decir: Amazing… Amazing….  Que risas nos entraron luego pensando en la escena….
Total que al final los perros, como era de esperar en un Lodge turístico, unos benditos que lo único que querían era que les hiciéramos caso…
Lo que nos esperaba en el Lodge también iba a ser Amazing….
El Lodge Dona Soraya es una estructura sólida y bien construida al estilo africano que se encuentra en un lugar privilegiado, en lo alto de una colina que asciende desde una preciosa playa. Los dueños son Soraya y Peter. Soraya es una mujer de 73 años con una vida apasionante. Nacida en Málaga, de madre Pakistaní y padre español de origen Marroquí. Se dedicó a la danza clásica primero y flamenco después y recorrió más de 300 países con su baile. Su cuarto marido es Peter, un suizo con más pinta de Australiano que de Suizo, al que conoció en España y con el que lleva más de 40 años. Vivieron 10 en Sudafrica y ahora llevan casi 30 en Mozambique. Nos cuenta, tal cual y casi nada más conocernos, que tuvieron que irse de Sudafrica porque ella mató a dos hombres que entraron a robarle a su propiedad y ella cogió el arma que tenían y les pegó un tiro…..
El lugar está tal cual se construyó hace 30 años, tiene un ambiente kich que por la noche resulta un poco tenebroso… la habitación está vieja, pero tiene todo lo necesario y una estupenda ducha de agua caliente. Además, el wifi funciona de maravilla!!
Soraya y Peter son amabilísimos. Por supuesto, estamos solas en el Lodge, así que nos dedican toda su atención… incluso se sientan con nosotros mientras cenamos un estupendo pescado al estilo Malagueño!! Intercambiamos muchísima información sobre política y economía de España y Sudafrica, Mozambique y los países de la zona. Es muy interesante todo lo que nos cuentan, pero también un poco desalentador… La situación en Sudafrica ha empeorado drásticamente en los últimos años. Nos hablan de la etapa de Mandela como un sueño dorado, este hombre consiguió aunar a blancos y a negros con un mismo sentimiento de nación y todos se sentían unidos para sacar el país adelante. Dicen que fueron unos años muy alentadores donde se consiguieron grandes avances y la sociedad mejoró muchísimo, pero todo se vino abajo tras su muerte. El siguiente presidente fue medio bueno, pero el que gobierna en la actualidad debe ser un gran corrupto que, entre otras lindezas, está animando a la gente a expulsar a los granjeros (mayoritariamente blancos) de sus granjas para luego ocuparlas ellos, tal cual ocurrió en Zimbawe…. Parece que la situación en Sudafrica se está complicando mucho en los últimos años, y aunque ya habíamos oído hablar de esto, nos da muchísima pena la situación tan desoladora que nos plantean… La de Mozambique, obviamente, no es mucho mejor y parece que el país que mejor está funcionando en la zona en estos últimos años es Botswana y también Namibia.


Después de tan excitante e interesante día, nos vamos a dormir agotadas!! 

jueves, 27 de julio de 2017

5 de Agosto de 2017. BAZARUTO

Hoy visitaremos la afamada isla de Bazaruto. Hemos contratado una excursión con Sunset Dhow Safari por 4600Mz/pax, que está muy bien valorado en Tripadvisor. Nos recoge una lancha e el Lodge a las 8 y nos llevan a por otros clientes, nos cambian de barco y por fin partimos hacia Bazaruto island con María una alemana que habla perfecto español y dos servios que viven en Sudáfrica. Con María hacemos muy buenas migas y nos ponemos al día de mutuos viajes durante todo el día. Ella después de estar trabajando unos años para Airbus, decidió dejarlo todo y irse un periodo de tiempo sabático. Empezó por Sudáfrica y ahora está recorriendo Mozambique. Un tía valiente e interesante.
La primera parada la hacemos en la costa sur de la isla de Bazaruto. Unas enormes dunas de arena enmarcan la playa más hermosa que hemos visitado jamás. Los australianos presumen de tener la playa más bonita del mundo: las witsundays, pero esta playa de Bazaruto la supera. Las vistas desde lo alto de la duna son como dicen los ingleses “breathtaking”, te dejan realmente sin aliento, qué maravilla!

  










Nos sorprende ver unas ovejas descansando tranquilamente en medio de las dunas... pero ¿dónde comen? Cuando llegamos a lo alto vemos el pequeño oasis que hay al otro lado...




Aun no hemos acabado de subir a la duna más alta cuando oímos chillar a los chicos del barco que tenemos que bajar ya. Como creemos que no vamos a volver aquí y estamos alucinando, no les hacemos caso y seguimos subiendo. Al final viene uno de ellos a buscarnos y nos dice que volveremos luego al mismo sitio y que ahora tenemos que ir ya a hacer snorkeling porque está subiendo la marea y se pierde visibilidad. El snorkeling más famoso del archipiélago se hace en el Two miles reef, una franja rocosa en medio del océano que separa el mar abierto de una zona más tranquila llena de corales y de peces tropicales. En el otro lado de la barrera rocosa se hace el buceo. El tiempo se pasa volando disfrutando de la vida acuática del arrecife. 
De ahí nos vuelven a llevar a la isla de Bazaruto donde nos dan una hora para volver a subir a las dunas antes de tomar el lunch bajo unas sombrillas a la africana, muy bien preparadas.
Paseamos por las dunas y disfrutamos de la belleza del lugar.







La comida es excelente: pollo y pescado a la brasa (hecho ahí mismo), ensalada, arroz, pisto de verduras con tomate, fruta… Un lunch exquisito.
De ahí nos llevan al norte de la isla de Berenguera cuando está subiendo la marea. La isla se compone de multitud de pequeñas dunas de arena por las que paseamos. Lo alucinante de esta visita es cuando el agua comienza a penetrar por el interior de las dunas al subir la marea y los agujeros que excavan las almejas comienzan a llenarse de agua produciéndose un burbujeo muy singular…  increíble espectáculo.









De camino de vuelta a Vilanculos encontramos de nuevo un delfín solitario y tímido que se deja ver solo  dos o tres veces.


Habíamos quedado con Soraya en el centro para hacer compras, pero estamos cansadas y yo llevo dos terribles heridas en un pie que me están fastidiando las caminatas, así que decidimos quedarnos en el Lodge y descansar, hacer blog, vídeo y organizar las siguientes etapas del viaje. Entre tanto o bien Peter o bien Soraya nos entretienen con sus miles de historias… que vidas más curiosas y apasionantes!! Se están portando con nosotras como si fuéramos unos familiares que hubieran venido de Europa a visitarles…  un ambiente familiar y acogedor que han convertido este Lodge de aspecto inhóspito al principio en un lugar acogedor y agradable.

Cenamos una fabulosa sopa y a descansar que mañana toca “horse Ridding”!!!!!