jueves, 10 de agosto de 2017

26 de Julio de 2017. TRASLADO A LA ISLA DE IBO

Hoy yo he amanecido a las 6.30, poco a poco nos haremos con el horario local, ya que hay que acostarse pronto y madrugar porque amanece a las 5.30h y anochece sobre las 6.00h. Desayunamos opíparamente en el Lodge y nos avisan que han llamado de Cinco Portas, que en lugar de recogernos a las 11.00, vendrán a las 12.30h, así que decidimos aprovechar para dar un paseo por la playa que vuelve a ser inmensa!!
En el paseo se nos van adhiriendo niñas que no sabemos de donde aparecen en medio de una playa desierta, pero que vienen a nuestro encuentro como moscas a la miel…. Parecen mal acostumbradas a obtener algún regalo o dinero de los blancos, cosa que no nos gusta nada y subsanamos como podemos. Nos acompañan en nuestro paseo y nos comunicamos con ellas en un portuñol mediocre, pero que al menos nos permite entendernos. De las seis que nos acompañan, solo una habla portugués, lo que significa que solo una va a la escuela. Tienen entre 12-15 años. Ayer Víctor nos dijo que únicamente un 20% de la población en esta zona está escolarizada. La espabilada Margret nos habla sin parar de la escuela, de su vida, del dinero que necesita para libros, para ir a la escuela, para charnelas (zapatillas), para comer y echar barriga….. en fin… vueltas y vueltas a lo mismo, pero es una niña simpática y nos reímos con ella. Las otras chicas solo hablan Macúa, que es el lenguaje local y que nos intentan enseñar sin mucho éxito… buf! Que complicado!! Cómo se ríen de nosotras al intentar repetir sus palabras!!
Al fin conseguimos despedirnos de ellas y volver rápidamente al Lodge porque SE SUPONE que los de Cinco Portas vienen a las 12.30 a buscarnos, pero aquí seguimos y son casi las 13……
Al fin llegaron a las 13.15h, vinieron con dos coches porque se les había estropeado el suyo y Gemma y yo tuvimos que ir cada una en uno. Eran cuatro por cuatro porque el camino que lleva al embarcadero no es precisamente bueno… Son tres horas de camino y una de barco a motor para llegar a la isla. En transporte público nos han dicho que lleva 12 horas en total con unos baches infernales…. El precio también es muy diferente, claro: 4800 mz/persona el privado (yendo 5 en el coche), en realidad el coche entero se alquila por 400$. El transporte público vale 400 Mz hasta el barco, que no sé ahora qué cuesta, pero obviamente, mucho más barato. El problema principal es la coordinación de chapa y bote porque ya nos han contado dos que han tenido que esperar varias horas hasta la llegada del chapa-bote o al final tener que alquilar uno privado. Para la vuelta aún estamos pensando como hacerla…. Chris nos ofrece transporte público hasta Ilha de Mozambique por 15000 Mz las dos (unos 200 euros). Es muy caro, pero nos lo planteamos porque si no cogemos este transporte, tenemos que coger bote y chapa hasta Pemba, dormir allí y coger otra chapa hasta Ilha de Mozambique, en total perdemos dos días y tenemos que pagar de nuevo hotel en Pemba que no tiene mucho que ver….


Tras la ducha pertinente para quitar el agua salada de la ducha “impertinente” sufrida en el barco, nos vamos a dar una vuelta para captar por primera vez el ambiente isleño. Nos damos un paseo por la calle principal, con edificios coloniales, unos arreglados, otros medio derruidos… el ambiente es agradable, la temperatura idónea y la gente te saluda amablemente. Volvemos a cenar sobre las siete, la comida que Chris, el dueño y chef, ha decidido prepararnos: un carpacho de pescado y unas gambas con verduritas; para Gemma pescado. La cena nos sabe absolutamente deliciosa, la comida viene acompañada de unas salsas de coco y de tomate que están para chuparse los dedos, un auténtico placer. Todo acompañado con un vino blanco sudafricano que tiene muy buen paladar. La recomendación de Luis, el gallego, parece que merece la pena… 

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