Hoy
hemos contratado excursión a la isla Quirimbas, que se encuentra al sur de Ibo
y da nombre al archipiélago. Vamos las dos solas porque no hemos encontrado
nadie con quién compartir los gastos de la excursión… en todo Ibo no estaremos
más de 15 viajeros…. Pagamos en total
6000 Mz.
Desayunamos
copiosamente por lo que pueda venir y nos vamos con Raúl, nuestro guía de hoy,
en busca de la barca de motor que nos llevará a la isla. La excursión consiste
en ir en barca con marea alta y volver a pié cuando baja la marea. Aviso a
navegantes: no vale cualquier calzado!! Hay que usar zapato de río cerrado
porque se anda por barro y por rocas dentro del río y no vale cualquier
calzado. Si llegamos a hacer caso a Chris, nos vamos con playeras y a la vuelta
lo matamos! Menos mal que Raúl nos ha dicho que le pidiéramos unas de río que
ellos tienen para prestar.
La
ida en la barquita se hace muy agradable, sopla viento pero no muy fuerte y
rápidamente se adentra en los manglares donde estamos mucho más protegidos. El
paseo entre manglares de diferentes tipo y tamaño es una delicia. En principio
vamos por un canal que los portugueses hicieron excavar a los esclavos para
tener acceso directo al continente. El suelo de los manglares es de roca, así que
les hicieron picar de lo lindo, pero desde entonces los nativos lo usan para su
transporte de gente y mercancía.
El
barquero nos va llevando por canales alternativos más estrechos y frondosos
para que disfrutemos de la vegetación. De repente desaparece la densa
vegetación y nos encontramos en frente a la paradisíaca isla de Quirimbas, con
playas de arena blanca enmarcadas por altos cocoteros.
Nos
deja en la orilla y vamos caminando hasta casi el único “resort” que hay en la
isla. Lo lleva Musa, un nativo que vivió muchos años en Maputo hasta que
decidió dejarlo todo allí y volver a su isla de origen. Allí se ha montado este
pequeño resort que, de momento, consiste en un cubierto con dos mesas para dar
de comer a los viajeros, una zona de acampada entre pinos y un bungalow
pequeño, estando el segundo en construcción. El sitio nos ha encantado porque
estaba cuidado y arreglado con mucho amor: montones de plantas decorativas,
árboles por todos lados, maceteros hechos con esmero con conchas marinas y todo
muy limpio y bien cuidado. Un sitio muy recomendable para aquellos que buscan
un lugar de paz en contacto con la gente nativa, pero sin grandes lujos. Para
llegar allí basta con hablarlo con cualquiera de los alojamientos turísticos de
Ibo, pero cuidado, porque debe haber otro sitio que es sucio cutre y que trata
mal a los turistas. Con preguntar por el resort de Musa es suficiente.
Lo de la cara blanca antiguamente indicaba virginidad, ahora lo usan para cuidar la piel. Se tiñen con las ramas de un árbol.
Nos
damos nuestro primer baño en el océano Índico y lo disfrutamos a tope. El agua
está muy limpia y con buena temperatura, el único inconveniente, si se puede
llamar así, es que como la marea está bajando, hay una corriente fortísima que
te lleva hacia el interior, pero como no cubre nunca, tampoco hay riesgo de
nada…
La
arena en esta zona es blanca y finísima, tanto que parece barro, así que
aprovechamos y nos damos unos baños de arena de las Qurimbas para curar todos
los males!!
Decidimos
irnos a pasear por la playa en bañador y craso error… somos las únicas turistas
en toda la isla y la gente viene de los poblados corriendo a vernos y a
tocarnos!! Definitivamente, ha habido pocos turistas por estos lares! Los niños
nos tocan, nos abrazan y todo el mundo NOS MIRA…. Somos como monos de feria
para ellos… nos rodean a una distancia de 3 o 4 metros y hablan,
cuchichean, se ríen…. La verdad que en bikini muy muy cómodas no nos sentimos,
así que después de tratar de comunicarnos con ellos sin mucho éxito, decidimos
volver al resort y cada uno va volviendo a su poblado mientras se van girando
para seguir observando nuestras amorfas y blancuzcas figuras…. Brrrrr. Hay que
pensar que ellos son musulmanes y no es muy habitual para ellos ver una mujer
semi desnuda y encima blanca!!! Menudo divertimento han tenido hoy!
Musa
nos da de comer un fantástico pescado de roca acompañado de arroz de agua de
coco y la Musa sauce: una deliciosa salsa de tomate y coco que está para
chuparse los dedos!! Luego nos enseña el bungalow, nos cuenta sus proyectos, su
vida brevemente y a la una, con la marea totalmente baja, nos vamos camino de
Ibo. Se supone que la caminata son dos horas y media o tres y lo importante es
hacerlo en el momento justo para que no te pillen las mareas ni altas ni bajas.
NO RECOMENDAMOS a nadie hacerlo por su cuenta, es MUY peligroso. La marea
cuando sube, sube y allí no tienes donde protegerte, además de que es
facilísimo perderse entre los miles de canales que cruzan los manglares.
El
camino es… espectacular. Primero por la inmensa playa que es como cruzar el
desierto del sahara, pero con agua… hay varios canales que tienen agua todo el
tiempo y los cuales tenemos que atravesar a pie, subiéndonos las cámaras lo más
arriba posible y con el agua hasta más arriba de la cintura. Así Gemma pierde
dos baterías que llevaba en el bolsillo y que olvida guardar y a Raúl se le cae
la bolsa con el móvil y una tablet al agua…. Una pena.
Por
lo demás nos divertimos de lo lindo en este camino de arena y agua que poco a
poco nos adentra en los manglares, ahí alternamos ratos e caminos estrechos
entre los árboles por medio de un barrizal con otros en los que caminamos por
el medio del canal por el que antes navegamos y que ahora está prácticamente
vacío de agua. Raúl nos lleva a buen ritmo, pero disfrutamos muchísimo de la
divertida caminata. En 2,30 h estamos en Ibo dispuestas a disfrutar de una fría
cerveza que para algo nos la hemos ganado!
Raúl
es un tipo interesante, mestizo de árabe e indio pero nacido en Pemba. Es un
tío culto y listo que nos da muchísima información de política local y de los
países vecinos. También del modo de vida, de la gente, de las colonias, de la
guerra civil… nos cuenta muchas cosas (habla sin parar) y todas muy
interesantes.
Me
gusta su visión de las colonias y de la diferencia que dejaron en los países
colonizados los diferentes países colonizadores… Dice que los portugueses eran
buenos colonos con la gente, trataron de integrarlos en su cultura, les
enseñaron su lengua, su historia y cultura y aquellos que quisieron acogerse a
su religión, lo aceptaban como un ciudadano más. Los inglese en cambio nunca se
mezclaron ni intentaron inculcarles nada de su cultura a los nativos,
simplemente les usaban como mano de obra y les decían lo que tenían que hacer
dejándoles cierta libertad para hacerlo, lo importante eran los
resultados, así las colonias inglesas
son más prósperas porque les hicieron trabajar y pensar y fueron mucho menos
proteccionistas y más duros con la población. Es un interesante punto de vista…
Después
de una larga charla con unos bilbaínos muy majos que llegaron ayer al Lodge,
nos duchamos, descargamos fotos y a cenar súper langosta de Chris! Mmmmmmmm
La
maravillosa langosta, regada con un buen blanco, nos la amenizan los bilbaínos
contándonos mil historias de viajes, nos reímos mucho intercambiando
experiencias. Grandes viajeros Clara y Manu.
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