Por la mañana nos levantamos con calma porque
sabemos los dos días de tránsito que nos esperan, así que queremos salir
descansadas. Nos damos el último paseo por la isla, comemos algo en el Ancora
de oro (recomiendo las pizzas) y nos vamos con transporte privado a Nampala
para coger el avión hasta Beira. Por fin conseguimos comprar los vuelos a
través de eDreams, más caros, pero con la página de LAM fue imposible. También
hemos reservado hotel en Beira porque llegamos muy tarde. En Booking solo salen
dos y aunque son carísimos, reservamos uno. Luego caemos que claro, el resto de
precio más bajo no están en booking (a veces cuesta darse cuenta de estas
obviedades), así que llamamos a uno de la guía al hacer por teléfono y
reservamos fácilmente y cancelamos la reserva cara del booking….la diferencia
son 60$!!
La zona que atravesamos con el transporte privado
desde Ilha de Mozambique a Nampula es un área tropical con muchos cocoteros,
cajueiros y plataneros. Parece una zona destinada a la agricultura de
subsistencia, pero sin problemas para producir. Sin embargo, no se ve apenas
ganadería, solo alguna cabra de vez en cuando. Nos resulta difícil comprender
porque no tienen animales en una zona con tantísimos recursos…
Las poblaciones que atravesamos se ven limpias y
las casas bien cuidadas. Son casas de planta rectangular hechas de barro y con
tejados de paja. Pero están bien construidas y los tejados arreglados, además
de que se ve por doquier fardos de paja preparados para arreglarlos. En los poblados no hay luz y lo único que
vemos en alguna casa son placas solares para tener electricidad.
Mozambique nos ofrece lo que nosotras buscamos de
África: vida africana en estado puro. Todo ocurre en la calle, donde la
actividad es intensa. A la gente se le ve bien, bien vestida, bien alimentada y
muy sonriente y alegre, en general. Dos indicativos que hemos visto a lo largo
del tiempo que en África dan idea del nivel de bienestar son el “estado de
carnes” y el uso de gafas…. En esta tierra hemos visto pocos gordos y casi
nadie con gafas… Por algo es uno de los más pobre de África. La guerra los dejó
sin recursos, no tienen infraestructuras y la clase política y la policía está
absolutamente corrupta. Es un país con gran potencial, pero que requiere de
grandes inversiones… Las carreteras
están en pésimas condiciones, bueno eso de carreteras… la carretera! Solo hay
una que atraviesa el país de norte a sur y que está fatal. El resto suelen ser
caminos de tierra. Se ven circular muy muy pocos coches y camiones, siendo lo
que más predomina las motos chinas, que se las deben de dejar a precio ganga!
Estos chinos les esquilman las riquezas y encima los usan como consumidores…
hasta tiendas tipo “todo a 100”
regentadas por chinos hemos visto!
Las mujeres mantienen en parte la forma de vestir
tradicional, con faldas hechas de telas coloridas que les llegan a los tobillos
y turbantes en algunas ocasiones. Arriba suelen llevar camisetas ceñidas. Los
hombres, sin embargo, han adoptado completamente la forma de vestir occidental,
como pasa en la mayor parte de los países de África. Como calzado, el 80% de la
población usa chancletas (charnelas). Los niños juegan con balones reciclados y
rodeados de tela y con radios de bicicleta que dirigen con un palo, lo demás,
como todos los niños, a pegarse y a perseguirse.
Me encanta el trayecto que recorremos porque el
paisaje es verde y frondoso y está llenito de baobabs! Cómo me gusta ese árbol,
que esculturas más majestuosas allá donde se asientan! Hay una zona donde abundan especialmente los
cajueiros y comienzan a aparecer vendedores de “castañas” (anacardos) a cientos
por la carretera. La forma de indicar que venden castañas es sacando un plato
vacío a la carretera cuando pasan los coches, como se ve que se cansan de estar
siempre haciendo esto, algunos de ellos, más ingeniosos, se han preparado
espantapájaros con el plato en la mano para llamar la atención de los
vehículos. Por supuesto nosotras paramos a comprar, están buenísimos estos
anacardos, pero te venden lo que debe ser casi un kg por 200 Mz, no dándote
opción a menos!
En un momento dado, y como viene siendo habitual
cada vez que viajamos en coche, nos para la policía. Nuestro conductor lleva
todos los papeles en regla, pero da igual, cualquier amenaza vale para que al
final salga y con algo de disimulo le de un billete…. Le preguntamos que cuánto
vale la libertad y nos dice que 200 Mz, eso SIEMPRE que te paran… es excesivo.
Dice que los policías tienen un sueldo mísero: 4000 mz al mes, como los
maestros, y sobreviven gracias a esto, pero vamos, yo creo que más que sobrevivir,
se forran!
Por fin y con tiempo de sobra, nos adentramos en
Nampula, una de las ciudades más grandes del norte del país. Ahí sí que se ve
lío de coches, camiones, gentes, mucho hormigón y casas hasta de dos alturas.
Nos lleva al austero aeropuerto, donde el único vuelo que sale es el nuestro y
estamos casi en familia. Es entretenido ver el tipo de gente que viaja en avión
y su comportamiento, desde luego se nota el high standing, pero al estilo
africano!! También nos entretenemos un rato viendo la tele porque los anuncios
se las traen, también dan una idea bastante acertada de los gustos de la gente
del país. Nos sorprende uno de preservativos, animando a su uso, hasta ahora no
habíamos visto ni un mísero cartel promocionándolos.
Llegamos a Beira en horario previsto. LAM parece
que funciona bien y los dos aviones que hemos cogido con ellos estaban muy
bien, además de que en los dos nos han dado un sándwich para cenar. Ya es noche
cerrada y Beira es la segunda ciudad más grande de Mozambique y famosa por ser
una de las que más delincuencia había en el pasado, en plena zona de conflicto.
Ahora dicen que hay menos.
Cogemos un taxi y le decimos que antes de llevarnos
al hotel nos lleve a buscar un billete de autobús para mañana para Inhassoro.
El conductor es un hombre mayor, trajeado, con buena planta y muy educado y
amable, pero el coche en el que nos lleva…. En cualquier desguace de España hay
mucho mejores. No tiene amortiguadores, le marca la bomba de agua y al moverse
hace un ruído tipo: clon, clon, clon que nos hace dudar si llegaremos al hotel
en algún momento. La carretera es nefasta
y cada vez que coge un bache, aunque prácticamente para el coche, golpea
con los bajos haciendo que suene un fuerte chasquido… en fin… no sé si sufrimos más por el coche o
por él!
El hombre nos lleva de un lugar a otro, pero todos
los machibombos a Inhassoro están llenos. Al final nos da la opción de coger
mañana temprano una chapa hasta el cruce de Inchope con la carretera principal
y allí coger un machibombo de los muchos que pasan hacia Maputo. Como no
tenemos otra opción y no queremos pasar otro día en esta horrible ciudad,
aceptamos y quedamos con él al día siguiente a las 4.30 para ver si encontramos
el modo de llegar a nuestro destino. Nos clava 1000 Mz por el trayecto del
aeropuerto y la búsqueda de autobuses. Sabemos que nos ha clavado un poco, pero
no nos importa porque ha sido amable y necesita dinero para cambiar ese coche
XD!!
Por fin, a las 9.30h de la noche llegamos al hotel
MIRAMAR, que recomienda la Bradt y que es TAN barato… en fin… qué contar? El
chico de recepción, un encanto. Hasta ahí todo lo bueno del hotel…. Ejem…
bueno, las habitaciones tienen baño privado, televisión y aire acondicionado y
está limpio. Vale, tiene muchas cosas buenas, pero es viejísimo y el colchón y
las almohadas no los han cambiado en la vida… creo que sobre el suelo
hubiéramos dormido mejor, así que esto marca inevitablemente nuestras 5 horas
de dulces sueños… un horror!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario