Hoy toca día durillo, pero teníamos ganas de
sumergirnos de lleno en la vida local, así que vamos a ello!!
A las 4.30 nos recoge puntual nuestro taxista.
Reconocemos rápidamente la llegada del coche, cuatro calles antes de que
aparezca, gracias a su clon, clon, clon….
Tiene una singularidad que lo destaca entre todos!!
De camino a las chapas nos para en un autobús que
sale hacia Maputo con la esperanza de que tenga algún sitio. Es el hombre, con
su porte elegante, el que baja todas las veces a preguntar por nosotras, es muy
amable. Esta vez nos sorprende con la buena noticia de que tienen sitio y
aunque va a Maputo, nos pueden dejar en el cruce de Inhassoro y ahí coger una
chapa. Genial!!
Aun es de noche y montones de personas rodean el
autobús cargadísimas de macutos. Para evitar exceso de peso y para asegurar un
ingreso extra de los que lo llevan en exceso, pesan todos los macutos, lo cual
demora muchísimo la partida. Nosotras, además, tenemos que esperar
pacientemente hasta el final para rellenar los huecos que queden. Nuestro
querido taxista, que no nos quiere dejar tiradas, aguarda pacientemente hasta
que nos aseguran que tenemos sitios, esto lleva más de una hora. Esto da idea
de la amabilidad de la gente y de la poca importancia que tiene el tiempo para
ellos… a ver qué taxista en España te hace esto!!
Nos subimos a un autobús abarrotado de gente con
bolsas llenas de comida para aguantar el largo viaje de 17-18 horas hasta
Maputo. Nos sentamos en el último asiento, en medio de una pareja que leen
continuamente la biblia y de una chica muy simpática, pero que digamos que
ocupa un poco más del asiento que le corresponde….
El bus para poco para evitar llegar más tarde, la
primera parada es para ir a la “Casa de baño” unas dos horas después de haber
salido. Bajamos todos sin excepción y “la casa de baño” no es otra cosa que la
pura foresta… uno se puede imaginar donde encontrar sitio íntimo para mear con
68 personas más??? Imposible, así que, estresadas por los continuos pitidos del
chofer para que volvamos ya, no nos queda otra que cerrar los ojos y que vean
lo que quieran! Es supervivencia básica, a saber cuándo vuelve a parar!!
El viaje pronto se hace insoportable debido a la
horrorosa carretera que atravesamos. Los tramos donde puede ir a más de 50 son
con un firme rugoso que nos mantiene en un estado de continuo traqueteo y en el
resto tienen que parar continuamente porque los agujeros del firme son casi del
tamaño del autobús! Qué horror de carretera y esta es la vía principal que
atraviesa todo el país!! Así como van a prosperar!! Las infraestructuras son
básicas para el desarrollo de un país y estos no tienen ni tren, ni buenas
carreteras y el avión no creo que se use mucho para transporte de mercancías.
Como se puede hacer poca cosa, nos dedicamos a
observar al personal… Es curioso el aguante que tiene esta gente y lo
acostumbrados que están al calor más que al frío. Por la mañana van todos con
anoraks de plumas y chaquetones gordos… estamos a no menos de 15ºC !! Y según va subiendo el
calor y se nos empieza a nosotras a hacer insoportable, ellos empiezan a
quitarse los abrigos! XD!! Pedimos abrir algo las ventanas porque obviamente no
hay aire acondicionado, pero cuanto nos descuidamos, nos las cierran! Brrr!
Entre el traqueteo y el calor esto se va haciendo durillo!!
La siguiente y única parada antes de llegar a
destino es cuando cambiamos de provincia y entramos en la de Inhambane. Hay una
especie de frontera, con barrera y todo, en la que nos hacen bajar a todos del
autobús para pasar. Parece que cambiemos de país. La gente está muy cabreada
por esto, porque dicen que solo lo hacen cuando bajas del norte al sur, pero no
al revés y que parece que estemos entrando en un país diferente siendo que es
Mozambique. La última disputa política en la que se instauró una fase de lucha
en forma de guerrillas tuvo que ver precisamente con esta disputa norte/sur, ya
que RENAMO, el partido en la oposición, pedía la separación del país en dos,
quedándose ellos con el poder de la zona norte, que es la más rica.
Mi compañera de viaje me informa de que a Maputo
cuesta llegar unas 17-18 horas y que a Inhanssoro no menos de 13!! Brrrr Nos
hacemos a la idea y tratamos de dormitar, ya que es lo único que se puede hacer
con semejante agitación!
En un momento dado, cuando habíamos conseguido por
fin caer en un sueño un tanto agitado, nos pegan un grito, chicas, que llegamos
a Inhassoro!!! Y nosotras con todo desperdigado! No quieren perder ni un
minuto, así que nos apresuramos a recogerlo todo y salir pitando del súper bus!
Las maletas ya nos las han dejado en la calle. Nos quedamos despistadas y con
caras de tontas porque no sabemos muy bien qué ha pasado y a dónde debemos
dirigirnos ahora… En lugar de 13 horas, han sido 8!! Y eso nos pone ya muy
contentas!! Es la una y tenemos toda la tarde para llegar a Inhassoro.
Preguntamos y en el mismo cruce hay ya una chapa a mitad llenar. Las chapas son
o bien furgonetas de 8-10 plazas o pick ups donde la gente va detrás sentada e
el borde del remolque. La que nos espera es una de estas. El trayecto a la
ciudad nos llevará unos 20min y cuesta 20Mz cada una (30 cent de euro). La diferencia
de precios es abismal, eso sí, las chapas no salen hasta que no se llenan y
cuando digo “se llenan” me refiero a bien bien llenas…
Es divertido el trayecto en la pick up cargados de
bártulos hasta los topes y compartiendo espacio con gente de todo tipo: niños
que nos miran de reojo observando nuestras extrañas vestimentas, una pareja de
edad avanzada muy elegantes que se ríen de nuestra inexperiencia en estos
menesteres, una señora mayor y delgadísima que sube a la chapa con una garrafa
de 25 litros
de agua que lleva en la cabeza… en fin, vida africana es estado puro!! El
trayecto me deja con los pelos de punta y casi sin camiseta… hay que ir a 80 por
hora el la brisa abofeteándote la cara!
Al acercarnos a la población vemos carteles
anunciando el Estrella de Mar, que es donde nos alojamos, en un momento nos
para la chapa al lado de unas instalaciones que se llaman así: estrella do mar,
así que pensamos que es el hotel y nos bajamos. Pensamos, qué listos estos
chicos que nos han oído conversar y saben hasta donde vamos… Cuando entramos en
las instalaciones y leemos “secretariat” en lugar de Recepción, empezamos a
sospechar que no estamos en el sitio correcto.. pronto asoma un hombre que nos
dice que ésta es la escuela, que pertenece también a la misma gente, ya que se
trata de un proyecto solidario, pero que el lodge está en el pueblo, unos 3 km más abajo… Así que nada,
mochilas en ristre a buscar el Lodge después del largo y cansado viaje tras el
madrugón. El acceso está muy bien señalizado, así que lo encontramos sin
problemas y al entrar nos parece, ni más ni menos, que el paraíso!!! Es un
Lodge precioso, bien construido, con un jardín exuberante, lleno de palmeras,
piscina privada, playa espectacular y unos bungalows como no hemos visto nunca
en África…. La “señora”, que tiene pinta de portuguesa, o se ha traído
constructores europeos o lleva a éstos a voz de mando, porque las
construcciones son exquisitas y está todo hecho con mucho gusto. No es por
desprestigiar a los constructores africanos, pero digamos que … no tienen las
mismas prioridades…
Nos homenajeamos con una buena comilona mirando al
mar y por la tarde nos damos un paseo por la ciudad para inhalar el ambiente
sureño…
Se nota que son de otra etnia, más guapos que los
de Ilha, y agradables en general, como en todo Mozambique. El pueblo es
tranquilo, construido a lo largo de la costa, con casas de construcción
moderna, de bloque y Uralita, bien cuidadas y un mercado tradicional que ocupa
toda la calle central, donde venden de todo, desde zapatos, a pescado seco que
dota al ambiente de un regusto muy particular…
Como la comida ha sido copiosa y venimos cargadas
de mandarinas del camino del machibombo (cuando compras lo de las unidades lo
tienen poco asumido, o te llevas el kg o no les cuadra!), cenamos unas de estas
dulces frutas y a descansar del duro día.