De Tofo pensábamos ir directamente a Maputo, pero
como tenemos tiempo, decidimos hacer una parada en el camino y visitar Bilene,
zona turística ya cercana a Maputo.
Cogemos el bus de Maputo a las 4 en Tofo, para lo
cual nos levantamos a las 2.30 porque tenemos una media hora de caminata hasta
la parada. A Maputo son 900 Mz y a Bilene nos cobra 700 Mz. De Tofo salimos
únicamente con 6 personas (es un minibus), pero obviamente esto iba a cambiar
pronto… Nunca deja de sorprendernos el grado de aprovechamiento del transporte
que hace esta gente, es espectacular. Cuando ya crees que es imposible que
entre nadie más, meten a otros cuatro y además, los colocan medio bien!!
A Bilene Macía, ciudad donde nos dejará el bus, hay
6 horas, en las que dormitamos, leemos, observamos… vivimos la vida africana
como a nosotras nos gusta, un poco desde dentro. El paisaje en esta zona es
tropical y húmedo, hay una densa vegetación y multitud de árboles frutales.
Vemos por primera vez naranjos. Se ve mayor nivel de desarrollo, muchas de las
casas ya son de construcción sólida y las que hay de paja vuelven a ser de
planta circular. Otro aspecto de las mujeres que indica el nivel de desarrollo
son sus peinados, cuando hay mayor riqueza pueden llegar a un nivel de
sofisticación digno de una obra de arte!!
En Macía Bilene el cobrador del autobús nos busca
un taxi, seguro que quiere sacar comisión…
El taxi viene y nos pide 2000 Mz, le decimos que no, que si nos lleva
por 1000 vamos y que sino buscamos chapa. Son 40 km todavía hasta Praia de
Bilene. Nos dice que 1500 y como no baja, decidimos ir a buscar una chapa que
nos lleve. La gente, en general, es muy amable, y a cualquiera que le preguntes
se desvive por ayudarte, además con el español es fácil comunicarse con los que
hablan portugués, así que puedes llegar a cualquier sitio sin problemas. Así
nos vamos ubicando y llegamos al lugar de donde salen las chapas a Praia de
Bilene. Cuando llegamos sale una ya muy llena, así que somos las primeras en
subir a la siguiente, esto nos permite ubicarnos en un buen lugar para evitar
que nos metan muchos encima, esto es lejos de la puerta de entrada, es decir,
en los últimos asientos, aun así, por supuesto vamos 4 en el sitio de tres. Las
mochilas las meten en un remolque que llevan detrás. Con nosotras sube una mami
con una caja grande llena de pollitos pequeños, que nos acompañarán con su piar
todo el camino hasta Praia. Las chapas cerradas tienen 4 filas de asientos
donde caben 4 personas en cada fila, pero además sientan a 4 más en frente de
la primera fila, detrás de los asientos de delante, dos más delante al lado del
conductor y luego, en el hueco de abrir la puerta meten a 3 o 4 de pié, que es,
sin lugar a dudas, el sitio más incómodo porque que techo de la furgoneta es
bajito, así que tienen que ir con el cuerpo totalmente doblado. Es asombroso
ver como la gente entiende perfectamente este aprovechamiento al máximo del
estado y nadie protesta, porque en las chapas viajan todo tipo de personas de
todas las clases sociales y es curioso verlos aceptar esta situación con
dignidad.
Llegamos a Praia de Bilene a las 12, nadie sabe
localizar nuestro Lodge: Vía África, así que al final tenemos que llamar a la
dueña que viene a buscarnos con su coche. Celeste, la dueña, es una blanca
bastante seca y el lugar está bien, sin más. Dejamos las cosas y nos vamos a
ver la cuidad.
Praia de Bilene es un lugar de vacaciones
residenciales de sudafricanos. Como principal atractivo tiene una laguna
interior de agua marina que está separada del mar por unas elevadas dunas de
arena. Hay una zona de comunicación por la que, cuando la marea está alta, pasa
el agua del mar hacia la laguna. Lógicamente, la laguna es un remanso de agua
tranquila y cristalina rodeada de playas de arena blanca. Es un sitio ideal
para pasar unas vacaciones con niños, y así lo han debido de ver los
sudafricanos, porque la zona está llena de residencias de verano de ellos. La
guía pone que esta zona se llena de actividad en las vacaciones del país
vecino. Ahora está muerto.
El pueblo que rodea la laguna tiene tan solo 5000
habitantes y están dedicados fundamentalmente a la actividad turística. La
calle principal que recorre todo el pueblo está llena de chiringuitos de venta
de souvenirs y la zona más central son todo bares de comida local. También hay
multitud de alojamientos turísticos.
La laguna es bonita, pero nos sorprende ver que
está completamente rodeada de residencias turísticas dificultando mucho tanto
la visibilidad del lago como el acceso, la mayor parte de las playas son de
acceso privado… Han venido los sudafricanos y les han dejado sin playas a los
locales! El lago está lleno de pequeñas barcas, que debe ser el entretenimiento
de los residentes vacacionales.
El pueblo se recorre rápido, así que después de
patearlo tres veces arriba y abajo decidimos que mañana nos vamos ya para
Maputo, aquí hay poco o nada que hacer.
Comemos bien en el Complejo las Palmeras y
compramos algún souvenir en los chiringuitos. La gente sigue siendo muy amable.
Desde que llegamos observamos cantidad de quads
corriendo a toda velocidad por la carretera principal y haciendo caballitos con
el quad, impresionante. La dueña del Lodge nos dice que están hartos de esta
historia, que vienen desde Maputo a hacer carreras de motos y quads aquí…. El
sonido es a veces ensordecedor!
Definitivamente, mañana a las 6 cogemos bus para
Maputo, que está solo a dos horas de aquí.
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