jueves, 20 de julio de 2017

11 de Agosto de 2017. MAPUTO

Después de una mala noche por el dichoso pie (5 heridas diferentes en el mismo pie, tres de ellas en el dedo gordo… estará gafado mi pie izquierdo??) madrugamos para ir a coger el machibombo que sale a las seis a una media hora de donde dormimos. Llegando a la parada una chapa se nos acerca para preguntarnos si vamos a Maputo y le decimos que sí, pero que mejor en machibombo que es más cómodo (son unas 3 horas de viaje). Esperamos en la parada que nos han dicho junto a otros tres individuos a los que volvemos a preguntar y nos confirman que sí, que ahí se coge el machibombo. Cual será nuestra sorpresa cuando, pasadas las seis, viene otra chapa y los tres individuos que nos acompañaban se suben a ella … ¿y el machibombo?? Preguntamos a otros chicos que vienen y nos dicen que el machibombo son las dichosas chapas que han estado pasando, que no hay autobús como tal…. Brrrrr. Volvemos a parar a la chapa que viene de vuelta y nos dice que ya va llena… Nos encontramos a las seis de la mañana sin medio de transporte y sin nadie por la calle… esta vez sí que parecía que se nos truncaba todo, porque hasta las 12 se suponía que no había otra chapa. Pero señores, estamos en África! A los dos minutos aparece otra chapa que nos dice que va a Macía y que desde allí podemos coger otra a Maputo, así que eso hacemos. Trayecto de 40 minutos a Macía (50Mz/pax) y allí ellos mismos nos trasbordan a otra chapa que nos llevará a Maputo por 250Mz/pax. En esta última nos tocan dos sitios muy incómodos, el mío sin respaldo y clavándoseme todos los hierros, pero medio dormitando llegamos por fin a Maputo. Por el camino adelantamos a la chapa que había salido a primera hora de Bilene! Y es que con estos transportes africanos sabes cuando sales, pero nunca sabes cuando llegas…



Maputo es una ciudad ruidosa y caótica como todas las ciudades africanas. Con casi 2 millones de habitantes viviendo en casas mayoritariamente de una planta, la ciudad de extiende cientos de km cuadrados, de modo que lleva mucho tiempo llegar al centro de la misma, además, el tráfico es totalmente caótico.
La chapa nos deja en lo que parece la estación central de chapas y una de las chicas que viajaba con nosotras amablemente nos lleva hasta la chapa que tenemos que coger ahora para llegar al hotel, pero hay una cola enorme y estamos tan cansadas que decidimos coger un tuc tuc privado, que por 200 Mz nos deja en la puerta del hotel.
Hemos elegido el Mozguest Residencia, que está muy bien valorado en booking y la verdad que el sitio está muy bien situado, en pleno centro, y es limpio y acogedor. Lo regenta un portugués que es muy amable a la llegada y nos da todo tipo de explicaciones. El desayuno está incluido. La noche cuesta 3150 Mz.
Dejamos todo en la habitación y nos vamos a echar algo al cuerpo que estamos muertas de hambre! Comemos muy bien en el Obrador, un restaurante cercano que nos recomienda el del hotel.
Miren, la vasca del novio (ahora ya marido) Mozambiqueño, anda por aquí porque vuela ya mañana a Bilbao, así que quedamos con ellos para tomar algo en el Fatima’s Backpackers, que está en la avda Mao Tse Tung, donde ellos se alojan. De camino vamos haciendo algo de turismo y vemos los pocos monumentos conmemorativos que hay en el centro de la ciudad, la catedral católica y el centro cultural donde se anuncian los eventos que se van a llevar a cabo en este mes de agosto y vemos alguna cosa interesante...
Al lado de encuentra la casa de hierro construida por Effel cuando la colonización portuguesa. 





Es toda de hierro y hoy en día alberga el ministerio de turismo. 
Justo enfrente del centro cultural se encuentra la catedral católica de maputo. 



Frente a una cerveza fría en el Fatima’s Miren nos pone al día de sus vicisitudes… Al final se vuelve sola porque les falta un papel que va a tener que ir Amado a buscarlo a Ilha de Mozambique otra vez, así que él vendrá en cuanto acabe con el papeleo. Se les ve contentos, pero nos parece que también un poco “acongojados” con todo lo que se les viene encima. Les deseamos la mejor de las suertes y una rápida integración del “mozambicano” en la vida vasca!
Yo ya ando muy mal con el pie a estas alturas del día, así que poco a poco nos volvemos a nuestro hotel que está como a 40 minutos del Fatimas. Cenamos en el mismo sitio que comimos porque está cerquita del hotel y no queremos andar de noche por ahí y aprovechamos para acabar el día el wifi del hotel, que no siempre abunda por estos lares!!
Bona nit!


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