martes, 25 de julio de 2017

7 de Agosto de 2017. TRÁNSITO Y LLEGADA A TOFO

A las 3.30 suena el despertador… brrrr…. Qué perezón!! Pero el machibombo sale a las 5 y hay que llegar con tiempo para conseguir billete. Soraya nos lleva a la parada del autobús y Peter se viene con nosotras porque tiene que renovar su residencia en Mozambique en Maxixe, lugar desde nosotras cogeremos un bote chapa para cruzar a Inhambane y de allí otra chapa Tofo.
Machibombo a Maxixe: 300/pax
Chapa bote Maxixe- Inhambane: 12,5/pax
Tuc tuc  Inhambane- Tofo: 500 las dos
Gemma se despierta eufórica y muy habladora, Peter difícilmente le sigue las bromas… Llegamos al autobús que está ya abarrotado, nos vuelven locas con las maletas de aquí para allá hasta que las meten en un hueco que queda por algún sitio. Las metemos en bolsas de basura porque el maletero huele a pescado que mata!! Pero de nuevo volveremos a tener suerte y saldrán intactas!
Subimos al autobús y nos sorprende ver un montón de asientos espacios sin asientos y éstos amontonados en la entrada…. Más tarde entenderemos porque esto es así… no se les ha ocurrido otra cosa que para controlar la entrada del pasaje quitar todos los asientos y al que tiene un billete comprado darle un asiento para que lo coloque…. Puede haber método más absurdo???
Para nosotros, de momento, parece que no hay sitio, así que nos tocará ir de pié. A Peter se le ve agobiado… Cuando la gente se va acomodando viene el que hace de revisor y nos dice que hay tres sitios, así que vamos a sentarnos en el último asiento los tres juntos, qué bien! Pero esto no iba a acabar tan fácilmente…. A los cinco minutos viene un tipo con cara de pocos amigos y nos dice que nos levantemos, que el asiento es suyo! Nosotros tratamos de explicarle que el revisor nos ha colocado aquí, pero no parece que le sirva la explicación, así que Gemma se levanta para dejarle sentar, la sorpresa llega cuando vemos que coge el asiento y se lo lleva….. :-/ Cuando decía que el asiento era suyo, ciertamente se refería al asiento!!! Nos quedamos con cara de tontos y un asiento sin asiento en el que es imposible sentarse…. Hasta los locales están flipando con la escena…. Pero si pensáis que todo acabó aquí, estáis equivocados…. A los cinco minutos vemos acercarse a una mujer mayor sorteando gente y obstáculos que ocupan todo el espacio central, nos preguntamos a donde irá… Pues bien, viene a sentarse al asiento sin asiento. :-/ Le decimos que es imposible sentarse en ese amasijo de hierros, pero ella dice que se encuentra fatal y que necesita sentarse, así que se quita todas las pasminas que lleva, las amontona en los hierros y se sienta encima… Gemma mientras tanto de pié y Peter y yo cada uno a un lado de la señora que claro, queda como 20 cm por debajo nuestro… La escena es realmente hilarante. A mi otro lado se sienta una mami que no para de protestar y de gruñir por lo mal organizado que está todo. El autobús por fin se pone en marcha, pero la parodia del solicitado asiento no había concluido aun…. Al poco de salir vemos a un chico joven que va con un asiento en la mano tratando de moverse por el abarrotado pasillo…  parece que busca a qué respaldo corresponde su asiento para sentarse, no sabe que tendrá que recorrer todo el autobús para encontrar a la señora que ocupa el asiento sin asiento y que está escondida 20 cm más abajo que el resto…. Nosotros contemplamos la escena con calma, esperando el desenlace. Cuando ya se va acercando el chico con su asiento pero sin sitio junto con el revisor la mami de mi izquierda ya se calienta y empieza a echarle peazo rapapolvo al revisor. Éste es un chico joven que como buen africano guarda enorme respeto por los mayores y acata la autoridad de la mami chillona bajando la cabeza… la escena es de traca. La mami le ordena que hagan llegar el asiento para la señora que está mala y que la dejen de una vez tranquila. Así que el chico le pide el asiento al otro y se lo hacen llegar a la mujer enferma que por fin se sienta a nuestra altura… Luego vemos como el revisor trata de explicarle al chico del asiento sin asiento que a pesar de haber comprado el billete por adelantado va a tener que ir de pié todo el viaje, el otro no queda nada convencido… La escena es brutal y los comentarios de la gente del autobús hilarantes…  Buñuel de esto hubiera conseguido un Goya!!





Bueno, parece que por fin la cosa se normaliza, Gemma se empeña en ir de pié y nosotros tratamos de dormitar. A mitad de camino le cedo mi sitio a Gemma y soy yo la que voy de pie, esta posición privilegiada te permite observar tranquilamente a la gente, y en realidad es muy entretenido. Siempre me sorprende en África la actitud de los niños; estaba el autobús lleno de niños y no oímos llorar a ninguno en todo el viaje. Incómodos, en posiciones anómalas encima de sus madres, sin poder moverse.. y allí no dice nadie ni mu, es alucinante. Todo empieza cuando son bebes y los llevan a la espalda sin rechistar. Esa capacidad de aguante y el enorme respecto que sienten por los mayores, sean parientes o sean desconocidos, me admira de los niños africanos y lo echo de menos en los Europeos…  Supongo que tiene un lado negativo; desde pequeños aprenden a controlar sus sentimientos y no expresarlos en público, pero la estoicidad con la que llevan las frustraciones es digna de admirar.
El viaje no se hace demasiado pesado y en tres horas llegamos a Maxixe. Allí Peter nos acompaña al embarcadero para coger el bote chapa. Nos despedimos de él con cierta pena porque se han portado muy bien y cogemos el bote junto a 70 personas más amontonados unos al lado de los otros.



En 25 min llegamos a Inhambane y allí decidimos coger un tuc tuc (rickshaw) para probar todos los medios de transporte. Éste tardará unos 45 minutos en llevarnos a Tofo.
El paisaje ha cambiado bastante, esta zona es más seca y está poblada de cientos de cocoteros. Las construcciones de paja y cañizo han dejado de ser circulares y vuelven a ser rectangulares.
En Tofo nos deja en el mercado central donde nos vendrá a buscar nuestro anfitrión. Esta vez hemos reservado a través de un buscador de apartamentos AIRBNB porque los alojamientos turísticos en Tofo eran carísimos. Este buscador nos lo recomendó Miren, la del novio Mozambiqueño, y la verdad que el primer uso nos da un resultado fabuloso!! Alquilamos una habitación con baño a pie de playa que es una preciosidad por 33$. Es una página en la que gente ofrece una habitación de sus casas para gente de fuera, en realidad intuimos que se trata de alojamientos turísticos no reglados (tipo Uber en los coches), pero a nosotras nos ofrece una oportunidad fantástica a un precio estupendo.
 Aaron, el chico que nos viene a recoger, es un americano encantador que nos ofrece todo tipo de explicaciones y facilidades, es muy amable y simpático. La habitación está maravillosamente decorada y en una localización inmejorable, así que quedamos encantadas y desde ya le decimos que nos quedaremos al menos 3 días.
Descansamos un poco y nos vamos a ver el pueblo. Tofo es una pequeña localidad costera con un ambiente muy hippy, parece que hemos cambiado de país y estemos ahora por Jamaica o así… La proporción de ejemplares de raza blanca casi supera a los de negra… de verdad estamos en Mozambique?? Semejante concentración de turistas nos tiene anonadadas, después de tan tranquilo viaje.




Tofo es famoso por su fauna marina y por su playa. Hay múltiples escuelas de buceo que atraen a gente de todo el mundo y la playa la forma una bahía que tranquiliza las bravas aguas de alta mar y asegura una playa tranquila y hermosa. El lugar la verdad que merece la pena. El pueblo es pequeño y se sitúa rodeando la larga playa. La colocación de las casas es totalmente africana, eso sí, una sobre otra, sin orden ni concierto, creando un entramado de callejuelas que obviamente Google maps es incapaz de reconocer. Nuestra casa, sin ir más lejos, está en medio de ese amasijo de casas unidas por imbricados caminos. Para bajar a la playa tienes que pasar por otra casa particular y usar su puerta exterior y para salir a la calle superior, lo mismo.
Como pueblo costero turístico, tiene multitud de restaurantes, bares, negocios de buceo y snorkel y hasta una agencia de viajes!! Pero mantiene un toque africano muy agradable, no hay edificios altos y la mayor parte de las casas están construidas con techos de paja.
Comemos algo en el Zanzi Beach Restaurant, a pie de playa. El restaurante es bonito y el servicio, como en la mayor parte de los lugares que hemos estado en este país, muy agradable. Ciertamente Mozambique destaca por la amabilidad y cercanía de sus gentes. La comida: excelente. Gemma se come una garropa (peixe) a la brasa con batata hecha también a la brasa y una ensalada riquísima y yo decido probar las tapas variadas; me sacan dos de cangrejo, dos de atún y dos de pulpo: buenísimas todas! Un acierto el primer sitio que pisamos y sin mirar tripadvisor!
Por la tarde pateamos un poco el pueblo y la playa, compramos algo de fruta en el mercado y nos vamos a la habitación a prepararla, que estamos muertas! La fruta fabulosa: papaya, bananitas y unos tomates con aguacate que quitan el sentío!! Eso acompañado de jamoncito y fuet español… qué os voy a contar!!


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