Como preveíamos por lo poco que habíamos leído,
hemos disfrutado de unas vacaciones tranquilas y relajadas en este maravilloso
país. No ha habido ni un solo momento de tensión durante el viaje, y eso se
agradece mucho. Podemos corroborar lo que se cita en todas las guías: los
mozambiqueños hacen de Mozambique un gran país!!!
Gente amable y acogedora que en todo momento te
recibe con una sonrisa. Nos hemos sentido muy a gusto entre ellos.
El país es un maravilloso destino marítimo que
esperamos que pronto sea reconocido como tal. Kilómetros y kilómetros de
maravillosa costa de arenas blancas con una increíble vida marina hacen de este
país un destino paradisíaco. Sin embargo, nos ha sorprendido mucho encontrar
tan pocos viajeros… únicamente en la zona sur vimos más y siempre con una
ocupación mínima (en los lugares más turísticos como Tofo, según Booking la
ocupación hotelera rondaba el 30%).
La impresión que nos llevamos es de un país seguro
y tranquilo donde no parece que la gente guarde demasiado rencor tras la guerra
civil vivida. Se les ve gente pacífica. La clase política, como en otros países
africanos, parece trabajar más para su propio beneficio que para la ciudadanía,
pero esperamos que esto poco a poco cambie. Nos da mucha pena el bajísimo nivel
de escolarización, uno de los más bajos de los países que hemos visitado. Sin
educación y sin infraestructuras les va a costar evolucionar. Las carreteras
son nefastas. Únicamente una vía cruza el país de norte a sur pegada al a costa
y en la zona norte y centro el asfalto está destruido, dejando una carretera
prácticamente intransitable. Hacia el interior la mayor parte son caminos de
tierra y esa zona debe estar todavía mucho menos desarrollada.
Nos ha sorprendido Maputo, con una clase media alta
muy abundante. Toda la zona que recorrimos (que fue bastante) estaba llena de
villas y casas de muy buen aspecto y con coches muy buenos, aunque todavía se
veían pocos. Según nos han contado, se ha generado una gran diferencia de
clases sociales, con más gente rica y mayor brecha social con los más pobres.
Desde el punto de vista turístico creemos que es un
paraíso por descubrir. Desde el norte, con las paradisíacas Quirimbas hasta el
archipiélago de Bazaruto, una de las playas más hermosas que hemos visto
nunca…. La fauna marina es increíble: ballenas jorobadas, delfines, tiburones
ballena, tortugas y todo tipo de peces tropicales en los arrecifes de coral que
abundan en toda la costa. Es un gran destino para amantes del mar.
La gastronomía también es algo destacable. Hemos
comido mucho mejor que en la mayor parte de los países africanos visitados.
Gran variedad de pescado y marisco a un precio muy asequible. Todo bien
cocinado y sin demasiadas especias!! Tienen el piri piri, pero lo ponen siempre
a parte. Además, tienen como plato tradicional el arroz de coco (hervido con
coco) que está estupendo y la matapa, hecha con hoja de mandioca, coco y
cacahuete, que también está muy buena.
Los precios de la comida son los únicos que se
salvan, el resto, aun sin alcanzarlos, está muy cerca de los niveles europeos.
El transporte local es relativamente barato (sobre todo las chapas y no tanto
los machibombos), pero si se decide usar aviones y transporte privado es
también una opción disponible por un precio mucho más bajo de lo que costaría
en Europa. La compañía local aérea (LAM) nos ha sorprendido muy favorablemente
y tienen aeropuertos en las principales ciudades. Lo de alquilar un coche es
posible, sabiendo que te has de atener a las inevitables mordidas de la
policía.
Por todas estas razones, animamos a todo el mundo a
visitar este maravilloso país y a disfrutar de sus gentes y de su gastronomía!!
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