lunes, 31 de julio de 2017

2 de Agosto de 2017. TRANSPORTE LOCAL

Hoy toca día durillo, pero teníamos ganas de sumergirnos de lleno en la vida local, así que vamos a ello!!
A las 4.30 nos recoge puntual nuestro taxista. Reconocemos rápidamente la llegada del coche, cuatro calles antes de que aparezca, gracias a su clon, clon, clon….  Tiene una singularidad que lo destaca entre todos!!      
De camino a las chapas nos para en un autobús que sale hacia Maputo con la esperanza de que tenga algún sitio. Es el hombre, con su porte elegante, el que baja todas las veces a preguntar por nosotras, es muy amable. Esta vez nos sorprende con la buena noticia de que tienen sitio y aunque va a Maputo, nos pueden dejar en el cruce de Inhassoro y ahí coger una chapa. Genial!!
Aun es de noche y montones de personas rodean el autobús cargadísimas de macutos. Para evitar exceso de peso y para asegurar un ingreso extra de los que lo llevan en exceso, pesan todos los macutos, lo cual demora muchísimo la partida. Nosotras, además, tenemos que esperar pacientemente hasta el final para rellenar los huecos que queden. Nuestro querido taxista, que no nos quiere dejar tiradas, aguarda pacientemente hasta que nos aseguran que tenemos sitios, esto lleva más de una hora. Esto da idea de la amabilidad de la gente y de la poca importancia que tiene el tiempo para ellos… a ver qué taxista en España te hace esto!!

Nos subimos a un autobús abarrotado de gente con bolsas llenas de comida para aguantar el largo viaje de 17-18 horas hasta Maputo. Nos sentamos en el último asiento, en medio de una pareja que leen continuamente la biblia y de una chica muy simpática, pero que digamos que ocupa un poco más del asiento que le corresponde….



El bus para poco para evitar llegar más tarde, la primera parada es para ir a la “Casa de baño” unas dos horas después de haber salido. Bajamos todos sin excepción y “la casa de baño” no es otra cosa que la pura foresta… uno se puede imaginar donde encontrar sitio íntimo para mear con 68 personas más??? Imposible, así que, estresadas por los continuos pitidos del chofer para que volvamos ya, no nos queda otra que cerrar los ojos y que vean lo que quieran! Es supervivencia básica, a saber cuándo vuelve a parar!!
El viaje pronto se hace insoportable debido a la horrorosa carretera que atravesamos. Los tramos donde puede ir a más de 50 son con un firme rugoso que nos mantiene en un estado de continuo traqueteo y en el resto tienen que parar continuamente porque los agujeros del firme son casi del tamaño del autobús! Qué horror de carretera y esta es la vía principal que atraviesa todo el país!! Así como van a prosperar!! Las infraestructuras son básicas para el desarrollo de un país y estos no tienen ni tren, ni buenas carreteras y el avión no creo que se use mucho para transporte de mercancías.

Como se puede hacer poca cosa, nos dedicamos a observar al personal… Es curioso el aguante que tiene esta gente y lo acostumbrados que están al calor más que al frío. Por la mañana van todos con anoraks de plumas y chaquetones gordos… estamos a no menos de 15ºC!! Y según va subiendo el calor y se nos empieza a nosotras a hacer insoportable, ellos empiezan a quitarse los abrigos! XD!! Pedimos abrir algo las ventanas porque obviamente no hay aire acondicionado, pero cuanto nos descuidamos, nos las cierran! Brrr! Entre el traqueteo y el calor esto se va haciendo durillo!!
La siguiente y única parada antes de llegar a destino es cuando cambiamos de provincia y entramos en la de Inhambane. Hay una especie de frontera, con barrera y todo, en la que nos hacen bajar a todos del autobús para pasar. Parece que cambiemos de país. La gente está muy cabreada por esto, porque dicen que solo lo hacen cuando bajas del norte al sur, pero no al revés y que parece que estemos entrando en un país diferente siendo que es Mozambique. La última disputa política en la que se instauró una fase de lucha en forma de guerrillas tuvo que ver precisamente con esta disputa norte/sur, ya que RENAMO, el partido en la oposición, pedía la separación del país en dos, quedándose ellos con el poder de la zona norte, que es la más rica.   
Mi compañera de viaje me informa de que a Maputo cuesta llegar unas 17-18 horas y que a Inhanssoro no menos de 13!! Brrrr Nos hacemos a la idea y tratamos de dormitar, ya que es lo único que se puede hacer con semejante agitación!
En un momento dado, cuando habíamos conseguido por fin caer en un sueño un tanto agitado, nos pegan un grito, chicas, que llegamos a Inhassoro!!! Y nosotras con todo desperdigado! No quieren perder ni un minuto, así que nos apresuramos a recogerlo todo y salir pitando del súper bus! Las maletas ya nos las han dejado en la calle. Nos quedamos despistadas y con caras de tontas porque no sabemos muy bien qué ha pasado y a dónde debemos dirigirnos ahora… En lugar de 13 horas, han sido 8!! Y eso nos pone ya muy contentas!! Es la una y tenemos toda la tarde para llegar a Inhassoro. Preguntamos y en el mismo cruce hay ya una chapa a mitad llenar. Las chapas son o bien furgonetas de 8-10 plazas o pick ups donde la gente va detrás sentada e el borde del remolque. La que nos espera es una de estas. El trayecto a la ciudad nos llevará unos 20min y cuesta 20Mz cada una (30 cent de euro). La diferencia de precios es abismal, eso sí, las chapas no salen hasta que no se llenan y cuando digo “se llenan” me refiero a bien bien llenas…




Es divertido el trayecto en la pick up cargados de bártulos hasta los topes y compartiendo espacio con gente de todo tipo: niños que nos miran de reojo observando nuestras extrañas vestimentas, una pareja de edad avanzada muy elegantes que se ríen de nuestra inexperiencia en estos menesteres, una señora mayor y delgadísima que sube a la chapa con una garrafa de 25 litros de agua que lleva en la cabeza… en fin, vida africana es estado puro!! El trayecto me deja con los pelos de punta y casi sin camiseta… hay que ir a 80 por hora el la brisa abofeteándote la cara!


Al acercarnos a la población vemos carteles anunciando el Estrella de Mar, que es donde nos alojamos, en un momento nos para la chapa al lado de unas instalaciones que se llaman así: estrella do mar, así que pensamos que es el hotel y nos bajamos. Pensamos, qué listos estos chicos que nos han oído conversar y saben hasta donde vamos… Cuando entramos en las instalaciones y leemos “secretariat” en lugar de Recepción, empezamos a sospechar que no estamos en el sitio correcto.. pronto asoma un hombre que nos dice que ésta es la escuela, que pertenece también a la misma gente, ya que se trata de un proyecto solidario, pero que el lodge está en el pueblo, unos 3 km más abajo… Así que nada, mochilas en ristre a buscar el Lodge después del largo y cansado viaje tras el madrugón. El acceso está muy bien señalizado, así que lo encontramos sin problemas y al entrar nos parece, ni más ni menos, que el paraíso!!! Es un Lodge precioso, bien construido, con un jardín exuberante, lleno de palmeras, piscina privada, playa espectacular y unos bungalows como no hemos visto nunca en África…. La “señora”, que tiene pinta de portuguesa, o se ha traído constructores europeos o lleva a éstos a voz de mando, porque las construcciones son exquisitas y está todo hecho con mucho gusto. No es por desprestigiar a los constructores africanos, pero digamos que … no tienen las mismas prioridades…    
Nos homenajeamos con una buena comilona mirando al mar y por la tarde nos damos un paseo por la ciudad para inhalar el ambiente sureño…
Se nota que son de otra etnia, más guapos que los de Ilha, y agradables en general, como en todo Mozambique. El pueblo es tranquilo, construido a lo largo de la costa, con casas de construcción moderna, de bloque y Uralita, bien cuidadas y un mercado tradicional que ocupa toda la calle central, donde venden de todo, desde zapatos, a pescado seco que dota al ambiente de un regusto muy particular…

Como la comida ha sido copiosa y venimos cargadas de mandarinas del camino del machibombo (cuando compras lo de las unidades lo tienen poco asumido, o te llevas el kg o no les cuadra!), cenamos unas de estas dulces frutas y a descansar del duro día.

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